El suceso se reportó el pasado 30 de enero del presente año, cuando indígenas de la citada comunidad ubicaron el reptil que se encontraba mudando la piel.
A la misma, al ser vista en la selva darienita, se le notó un bulto en su interior que tenía la forma de ser humano.
El reptil fue atrapado por los cazadores y llevado a la comunidad por más de una docena de hombres. La serpiente medía el largo de un bus “diablo rojo”, de los que transitan en la ciudad capital.
Cuando el enorme reptil fue abierto adentro tenía el cadáver de un hombre de tez morena; el mismo ya se encontraba en un avanzado estado de descomposición.
Todo eso ocurrió ante el asombro de los presentes.
Para llegar a la citada comunidad se debe cruzar el río Santa Bárbara.
Luego de sacar el cadáver del desconocido, los jefes de la tribu procedieron a realizar un ritual para el alma del cuerpo, el cual fue posteriormente enterrado.
El nombre de la comunidad Serpie, en lengua Emberá-Wounaan, tiene como significado “Serpiente”.
Se conoció que para llegar al citado lugar, entre trochas en medio de la selva, siempre se encuentra con todo tipo de culebras.
Tras el hecho, el rumor sobre el insólito suceso se regó tres días después por todas las comunidades darienitas, llegando a oídos solamente de las unidades del Servicio Nacional de Fronteras, reveló una fuente fronteriza.
“Crítica” intentó conocer una versión oficial por parte del Ministerio Público por medio de sus dos Personerías, sin embargo, se informó que ninguno de los despachos mantiene un reporte o expediente sobre el suceso.
Por su parte, el director del Servicio Nacional de Fronteras, Frank Ábrego, indicó que ellos no tienen reporte de esa eventualidad, alegando que la institución se encarga de temas y novedad de índole policial como contrarrestar a las organizaciones narco-terroristas.
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