¿Juguetes sexuales? Claro que sí! Pura diversión y mucho placer! Y para empezar a jugar nada mejor que el clásico vibrador. Es uno de los juguetes más reconocidos, y por muy buenos motivos: sencillamente no existe ser humano capaz de replicar las intensas sensaciones de placer que brindan sus vibraciones.
El vibrador puede incorporarse de distintas maneras en diferentes etapas de la relación sexual. Puedes usarlo durante tu actividad habitual masturbatoria, durante una relación sexual en pareja, como parte del juego previo, o con fines orgásmicos.
Cualquiera que sea tu preferencia de uso, asegúrate de que el ambiente sea el adecuado y que estés eróticamente preparada para usar tu vibrador. Recuerda que la excitación sexual comienza en tu mente, así que, previamente lee alguna historia erótica o déjate llevar con tu fantasía favorita.
Una vez que hayas alcanzado un nivel de excitación adecuado, puedes jugar y experimentar con el vibrador de todas las maneras que tu imaginación y creatividad lo permitan. He aquí algunas sugerencias:
• Experimenta con distintas posiciones. Acuéstate sobre el vibrador, aguántalo entre tus piernas, acuéstate boca arriba y colócalo sobre tu cuerpo… no te limites a tus genitales (ni los de tu pareja), recorre todo el cuerpo con él.
• Varía la presión y la velocidad de las vibraciones. Vale la pena invertir en un vibrador que te de la opción de ajustar su velocidad e intensidad. Aumenta y disminuye la intensidad, provocando así distintos niveles de placer.
• Intenta acariciar diferentes partes de tu genitalia con el vibrador. Puedes presionarlo contra tu clítoris, tu monte de Venus, tus labios (mayores y menores), aperturas vaginal y anal, o penetrar tu vagina o ano. Para estimular a tu esposo puedes pasar el vibrador sobre el largo de su pene, presionar suavemente en la base del pene, el escroto, el perineo y el ano.
• No te limites únicamente a la estimulación del vibrador, acaricia manual y oralmente otras partes del cuerpo, respira profundamente, contrae los músculos pubocoxígeos, mueve tu cuerpo, gime, mira directamente a tu pareja… en fin, busca excitarte por otros medios también.
Y recuerda: el vibrador es un juguete. No es un reemplazo al compartir en pareja, sino una alternativa más para el disfrute sexual, ya sea a solas o acompañada!
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