El problema tendría su origen en un código interno que sobrecarga el chip. Actualmente, algunos usuarios encontraron la solución al problema, modificando el software mientras Samsung repara los dispositivos dañados de forma gratuita.
No obstante, hasta el momento no se ha detectado un factor común de uso que provoque la “muerte súbita” del aparato ya que esto puede ocurrir mientras se carga, se usa, etc. Por esto, el llamado de la compañía es a no llevarlo al servicio técnico ya que ahí cambiarán la placa, arreglo que Samsung está efectuando de manera gratuita.
Aparentemente, la falla se presenta en los primeros equipos que salieron a la venta, los que tendrían una duración cercana a los seis meses de uso. No obstante, Samsung no se ha referido al tema oficialmente.
De momento, en internet se encuentra el problema identificado y se trataría del firmware ubicado en el chip de memoria eMMC MoviNAND VTUOOM de 16 GB fabricado en abril del 2012, lo que genera una sobrecarga y posteriormente un conflicto de código interno.
En conclusión, si su Samsung Galaxy S III se “muere” repentinamente, acérquese a la compañía y le solucionarán el problema sin costo.
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